lunes, 18 de julio de 2011

Cómo administrar de forma eficaz el agua del riego


El agua es un preciado recurso natural que debemos proteger y darle un uso racional, pero aún se desperdician grandes cantidades. Una actividad que precisa el uso de este recurso es el riego de las plantas, aunque resulta chocante ver cuanta agua se derrocha por falta de gestión.

Si quieres hacer una buena administración del agua, adopta estas recomendaciones a la hora de gestionar el riego de tus plantas:
Si recolectas el agua de lluvia puedes utilizarla en el riego. Preparando un depósito un poco mayor garantizarás que las personas que viven en los alrededores también utilicen esta alternativa.
Si concentras por área las especies de mayor y menor necesidad de consumo de agua estarás evitando desperdiciarla en el riego de plantas que no requieren grandes consumos.
Las plantas autóctonas en su mayoría no requieren riego ya que son capaces de sobrevivir con el agua procedente de la lluvia.
Algunas plantas como las palmeras, los cactus, aloe y lantana necesitan poco agua para desarrollarse.
Si tienes césped debes sembrar en el borde las especies que más agua necesitan.
Creando pérgolas y sembrando árboles o arbustos protegerás el suelo de las radiaciones solares y lograrás que se mantenga la humedad.
Construir muros, plantar setos y arbustos son algunas de las formas de proteger tu jardín de la acción secante de los vientos.
No es necesario tener césped para tener un buen jardín, ellos consumen la mayor cantidad de agua.
Puedes utilizar corteza de pinos, sirven como decoración y retienen el agua, son más efectivas si las extiendes sobre una cubierta geotextil. También puedes utilizar grava colocada encima de una cubierta geotextil que además evita prolifere la mala hierba. Los áridos decorativos son muy efectivos y los puedes adquirir de diferentes colores.
Si riegas diariamente tu jardín, comienza por alternar los días y de esta forma estará ahorrando el 50% del agua, poco a poco las plantas se irán acostumbrando y las raíces se verán estimuladas a profundizar más en la búsqueda de agua.
Lo ideal es regar tus plantas de noche, para eso puedes optar por un regadío automatizado programable, de lo contrario riega en horas tempranas de la mañana o a la caída del sol para evitar se reseque rápidamente el suelo por los efectos del viento y los rayos solares.
No permitas que el suelo se compacte, anualmente aguijonea la tierra a una profundidad de siete centímetros aproximadamente para favorecer la entrada de agua.
Seguramente siguiendo estos consejos lograrás no sólo el ahorro de un recurso limitado sino que estarás favoreciendo la economía del hogar.
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