lunes, 18 de julio de 2011

Plantas monstruosas


En la época del año en que poco falta para el regreso de la primavera, pero todavía el frío es tal que nos hace pensar dos veces antes de usar un solo par de medias para salir, es probable que no pasemos mucho tiempo en el jardín. En cambio, divagamos, fantaseamos e imaginamos qué cambios podríamos hacer el año entrante, qué sección inaugurar, cómo modificamos ese sector que nunca logró desarrollarse al nivel del resto de nuestro espacio verde.
Pues bien, en estos casos siempre es muy positivo descubrir nuevas plantas, y caer bajo el hechizo de formas extrañas y, por qué no, exóticas. Un buen ejemplo de esto, son las actualmente en boga plantas “carnívoras”. Sí, son plantas que comen carne, o casi.

Las plantas carnívoras son seres del reino vegetal que se han adaptado para vivir en suelos pobres de nutrientes. ¿Cómo? De la misma manera que nosotros, obteniendo los mismos de la digestión de seres vivos; en este caso, insectos. Contrariamente a lo que uno se imaginaría, estas plantas son de una belleza notable, alcanzando formas y colores realmente impresionantes. Además, se trata de plantas que tienden a no ser demasiado grandes, por lo que cualquier rincón es espacio suficiente para ellas.
Existen las droseras, o “rocío de sol”, que de las puntas de sus rojos tentáculos emanan un brillante néctar que atrae a los mosquitos del hogar. Se pueden criar en lugares pequeños, resguardadas del viento, y con suficiente luz, y serán felices. Otra opción, para quien tiene algún lugar con sol y más espacio, son las sarracenias, cuyos altos jarros parecen imitar los tubos de un órgano de iglesia, pero en su interior contienen los líquidos digestivos que atraen a sus insectos.

Las sarracenias probablemente sean las plantas más elegantes de este tipo. Por último, capaz la más bella, acorde a su nombre, está la venus atrapamosca, un deleite de planta, con trampas en forma de bocas o conchas marinas, abiertas y listas para cerrarse instantáneamente al posarse su presa sobre ellas.
En fin, las opciones son muchas, y las gratificaciones, aún más. Con pocos cuidados, pero algunos importantes (como el riego con agua de lluvia, y no del grifo), las plantas carnívoras agregarán un hermoso detalle exótico a nuestro jardín o balcón, y un tema adicional de conversación para cualquier reunión en casa.

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